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Cuestionario NEL a Gema González

Cuestionario NEL a Gema González

  • Cuestionario NEL a Gema González

    Manía o cábala a la hora de escribir. Lugar específico
    elegido para escribir. Algún horario reiterativo.


    No creo tener ninguna manía o cábala, a la hora de escribir, solo necesito estar un rato tranquila, y las palabras comienzan a fluir, como una cascada, y las voy pasando a papel.
    Quizás es porque son situaciones con las que me siento muy identificada, que las has vivido en primera persona, y solo tienes que dejarlas salir.
    El lugar, tampoco tengo ninguno, a veces la mesa del salón me viene bien, otras veces el sillón, en  el hospital por la noche si tenemos una noche tranquila, pero no tengo ningún lugar específico como tal para escribir.
    Respecto al horario, todavía menos, quizás por mis turnos de trabajo, que es rotativo, puedo escribir a cualquier hora del día o de la noche, es lo que tiene trabajar a turnos y escribir, vas un poco a la deriva, puedes estar viendo la tele y de pronto coger el ordenador y escribir un capítulo o dos; depende mucho  de tu estado de ánimo o de cómo has tenido el día.
    Otras veces por la noche, de esos días que te cuesta dormir y te pones a escribir. Después de un rato, tu cabeza para y te vas a dormir. En el hospital cuando trabajas de noche en tu rato de descanso, sobre todo si ha pasado algo digno de contar- Como ves, voy un poco a la deriva, da igual la hora o el sitio, solo vale el momento, ese, en el que tienes algo que decir.

    El escritor debe promocionar directamente sus obras?

    En esta vida, sacarás más compartiendo, cuando  terminas tu obra después de tantas horas invertidas en ella, la quieres enseñar al mundo.
    Solo tienes dos opciones:
    -La editorial.
    - O tú mismo.
     Para una persona que solo se dedica a escribir, que lleva ya muchos años dedicado a ello, creo que es más fácil moverse  en este mundillo y desde luego sacas más rendimiento, ya que hay menos intermediarios.
    Cuando no conoces nada, te resulta más fácil, sacar tu obra con una  editorial, pero claro eso implica que la editorial te la acepte, eso para empezar  y luego no sale nada barato, pero bueno.
    Por otro lado, las regalías del autor son minúsculas, si solo dependes de la editorial para sacar tu obra adelante, pues tienes que vender muchísimo para que te salga rentable.
    por lo que te tienes que implicar, sobre  todo si estás empezando, otra cosa es cuando ya te conocen, conocen obras anteriores y les ha gustado, entonces  ya solo el  nombre te da un 50%  de publicidad del libro. o eso creo yo.
    En mi caso, alguien desconocido, con el primer libro,  en un mundo desconocido totalmente, la editorial te da el empuje que necesitas para sacar tu proyecto. Pero creo que debes implicarte en todos los sentidos, ya que pierdes  un poco el control del libro, en cuanto a ventas, distribución...etc.
    Hay una frase que dice así: “DIVIDE Y VENCERÁS”.
    yo soy partidaria del trabajo en equipo, y por muy escritor y famoso que seas, siempre vas a necesitar de los demás, por poco que sea, para sacar adelante tu proyecto.
    Pero, también veo bien que haya escritores que lo hagan todo solos, todo depende de las circunstancias individuales.

    ¿A cambiado el escrito después de haberlo terminado?

    SÍ, quizás no del todo, pero sí, he cambiado partes o las he suavizado.
    Todos los escritos los tienes que ir revisando,   hay veces que al repasar, sobre todo cuando lo haces en primera persona, y sobre algo real, no le das el enfoque que realmente debe tener, o que quieres que tenga, para que sea capaz de hacer reaccionar al lector.
    Por eso, reviso y cambio todas las veces que crea necesario, para que  al final, todos saquemos algo.
     Creo que cada capítulo debe  ser capaz de hacer sentir algo  al lector, ya sea riendo o llorando. si cuando terminas un capítulo has sido capaz de ponerte en esos zapatos, el objetivo está conseguido, y de eso se trata creo yo.

    Algún personaje de ficción acompaña sus pensamientos día a día, o en alguna época de su vida. Es un personaje creado por usted, o de otro autor.

     Creo que todos alguna vez, en algún momento de la vida nos gustaría ser como los personajes de nuestra película, libro o serie  preferida, todos hemos soñado alguna vez con algo distinto a lo que realmente somos.
    Cuando escribí mi primera obra,” lo que nos trajo el covid”, los personajes  eran personas de carne y hueso, con nombre y apellidos, y mi relato, como el de todos los que participaron eran en primera persona, por lo que no tuve que crear un personaje como tal.
    Cuando vas a escribir un libro donde influye mucho la imaginación, debes ser un poco como ese personaje,  debes ser capaz de ver esa época, de visualizar esa escena, si quieres que al acabar el lector sea capaz de hacer lo mismo. los personajes  a veces serán creados por el propio autor y otras por personas cercanas a él, eso creo, en mi caso por ejemplo el título del libro lo escogió mi hija, en el segundo lo escogí yo.

    ¿Siente presión, presencia o exigencia, por parte del lector que   en un futuro leerá su obra?

    Creo que todos en algún momento sentimos ese temor, todos nos preguntamos:    ¿gustará?, ¿será buena?, ¿hará sentir al lector lo que yo sentí al crearla?.
    Pero como todo en esta vida, no tiene que gustar a todos, cada persona somos un mundo, y nos gustan cosas diferentes.
    Pero sí, de una manera u otra sentimos esa presión, creo, que es lo que nos hace seguir. Y cuando descubres que has conseguido, que alguien sienta, lo que tu has querido expresar al leer  tu libro, sabes que ha valido la pena.

    ¿Se siente amilanado o no por las críticas que pueda recibir su escritura?

    Como ya he comentado anteriormente, no  le tiene que gustar a todo el mundo, lo que escribes.
    Cuando escribes una obra, después de todo el trabajo que lleva, tu ilusión es recibir buenas críticas, eso está claro.
    Pero también debes saber llevar las malas, y no tenerles miedo, yo creo que son puntos de vista diferentes, y que te pueden hacer ver cosas desde otra perspectiva.
    Todo en esta vida   tiene que servir para mejorar, aprendemos continuamente de ella, aunque haya veces  no sea de la manera  que nosotros teníamos pensado.

     

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