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Edilio Antonio Delgado

Edilio Antonio Delgado

Llegaré por mi cuenta

Con un beso inclinado, las madres de mi tierra

reciben un abrazo, del hijo que no llega

padece dos destierros, la ausencia y su tristeza

abraza los recuerdos, con oraciones tiernas

y el hijo desde lejos, quiere tocar la puerta

es la distancia, madre, dice sin darse cuenta

que una lágrima ajada, se llena de promesas

cuando caiga, el dolor, llegaré por mi cuenta

dice con dos nostalgias, que están sacando cuentas.

 

  • Frágil consistencia

    Era un mármol alegre y quejumbroso, 
    que al pasar la mirada detenía
    y en candiles de rosas, me decía, 
    algunas cosas de amor que no entendía
    sus razones, de embargo me asistían, 
    al sostener la frágil consistencia
    de una sombra, que en círculos vagaba, 
    con su oscuro sabor a cierta distancia, 
    metida entre los años, que llevaba
    hasta la burda orilla del misterio, 
    que sin querer, me repetía
    desde algún campanario, su morada.

     

  • Delicado vino

    Tu mirada de puntos cardinales, entra como un zaguán, de lujo en mis esquinas de amor, y retumban como un azul inquieto que llueve impaciente, los bordes adormecidos, de la nieve aún despierta, en el umbral del sol, casi desierto sin un beso, si quiera de angustia, rejuvenecida en el vicio de esta espera, que llega como desbordado en el farol impaciente, de dolor, de oscuro amanecer tu mirada de puntos suspensivos, retumba en las huellas de una copa encerrada, como un largo, y delicado vino.
     
     
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