La temporada del hombre
La temporada del hombre, publicada por la Editorial Dos Islas, más que penetración en códigos de corrientes existencialistas de la pasada centuria, más que actualización de vínculos con las vanguardias, más que constancia y certeza de pertenecer a una promoción poética nacida a finales de los sesenta y principios de los setenta, es la urgencia creacional de alguien que decidió no permanecer en el anonimato, asumiendo retos y vaivenes de la temeridad, “insolencias” propias de lo que bulle sin norte en las estepas inmemoriales de la poesía. Tierra de labranza que desbroza sus glebas a fuerza de tracción autóctona, de invocación a los cinceles vírgenes que entran en un ámbito de recurrencias y retornos en la historia para nada ignara de los seres humanos. He ahí, su aullido, no a la manera de Ginsberg, no ante dólmenes y menhires de la resistencia arcádica sino ante las sabanas ignotas de lo cantábile, ante la ebullición del rocío en los palmares, los exorcismos incorruptos del árbol que amenaza con entonar sus códigos de ramas y hojas en la intrincada urdimbre de una naturaleza aparentemente sin nexos con la hermeticidad y belleza del mundo.
Ronel González Sánchez